Cuentan los viejos del lugar que en una tierra muy lejana, de rocosas montañas y profundos valles, existía una muchacha de negros cabellos, donde en su larga melena se podía dormir la más salvaje de las bestias.
En esta tierra reinaba la oscuridad, solo algunas luces artificiales discutían la tiranía de la noche eterna propuesta por Paradon.
La mujer de negros cabellos emprendió una ruta desconocida y arriesgada, por parajes esperanzadores dejaba su curriculum, en todo tipo de lugares, papeles repartidos por manos indispuestas.
Pero cuenta la leyenda que un buen día la llamaron para concertar un encuentro premeditado, y sin saber muy bien si es mito o realidad, nuestra joven heroína salida de humildes tierras, consiguió un trabajo en una sofisticada empresa que se identifica por respetar los derechos de sus trabajadores, y lo que es aún más increíble esta mujer pasó a gozar del mismo salario que un hombre de su mismo cargo.
En esta tierra reinaba la oscuridad, solo algunas luces artificiales discutían la tiranía de la noche eterna propuesta por Paradon.
La mujer de negros cabellos emprendió una ruta desconocida y arriesgada, por parajes esperanzadores dejaba su curriculum, en todo tipo de lugares, papeles repartidos por manos indispuestas.
Pero cuenta la leyenda que un buen día la llamaron para concertar un encuentro premeditado, y sin saber muy bien si es mito o realidad, nuestra joven heroína salida de humildes tierras, consiguió un trabajo en una sofisticada empresa que se identifica por respetar los derechos de sus trabajadores, y lo que es aún más increíble esta mujer pasó a gozar del mismo salario que un hombre de su mismo cargo.
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