Liquidación en el Abac

Grandes tesoros literarios adornaban los malgastados estantes de la defenestrada librería, ahora algunos de ellos, han pasado a formar parte de mi arsenal terrorista.
Si un vulgar ministro de cultura viera mi biblioteca particular y observara algunas de mis anotaciones y poesías, inmediatamente sería condenado por incitar al terrorismo, solo, por haceros pensar.
El poder de las letras es Gulliver en el país de los enanos, frente al poder que tiene la economía, su repercusión social es una bomba de metralla en los cuerpo de los lectores.
Las hojas de un libro forman parte de un extenso bosque perennifolio que jamás podrán talar, ni siquiera comercializar, como la selva del Amazonas.

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