Hay un nuevo pensionista en España,
no es un pensionista cualquiera,
pues lleva corona y muletas.
Su hijo de la misma calaña,
ha heredado el negocio familiar,
ha conseguido su primer trabajo
a los 46 años de edad.
Esa democracia por la que su padre luchó a sangre azul
y fuego en el techo…
Aunque no le corría prisa trabajar,
pronto se sentará en el trono
y ha su padre del palacio le ha desahuciado
no le ha dejado ni recoger las fotos del despacho,
ni la de sus hijos, ni la de su gran y excelentísimo amigo
Pachu.
Ahora el campechano dedica sus mañanas
a dar largos paseos por el retiro con Sofía,
para después comer en un Burguer King.
A veces se sienta en los bancos del parque
a dar de comer a palomas y patos.
recuerda viejos tiempos en casa de Pilar Urbano
viendo juego de tronos,
mientras le manda whatsap a Corina.
Por las noches se sienta junto a su soledad
en un karaoke ahoga sus penas
poniéndose ciego a Coronitas,
y cantando a Jorge Negrete,
pero sigo siendo el rey.
Pero no es momento de lamentaciones,
ahora todos los días, son días de vacaciones,
en el INSERSO lo han recibido de brazos abiertos,
el Juanqui lo llaman sus nuevos colegas.
Con los que viaja a Benidorm como buen campechano.
En la playa hace gimnasia pasiva con Fidel Castro,
con su chándal y su gorra de la caja rural,
ya no se acuerda de la economía plural,
ni de los safaris de Bostwana, ni de los elefantes,
ahora le gustan más los pajaritos de María Jesús y su
acordeón,
ha cambiado los esquís por la tabla de surf,
y en invierno ya le han contratado como tertuliano en
Sálvame Deluxe.
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