Perro Flaco



Despierta el sol con las maletas en la puerta,
mientras me quemo los pies en la arena
en de un poco de placer humano,
escondido en los antros más oscuros.

Flaco favor hacen las puñeteras pulgas,
a este perro flaco habitante de puentes,
masticando todas la piedras que le lanzan,
silenciando con ladridos las voces del azar.

La soledad está de mudanza por aquí,
hablando mal de la suerte que me rodea,
dejando mis manos ensangrentadas
después de exprimir corazones astillados.

Estos labios llenos de cicatrices,
malgastando mis besos con la espinas de las rosas,
mi espalda reverenciando al suelo
por la excesiva carga de mis hombros.

Mi corazón tiñéndose las canas
a la espera de un giro de reloj,
las cuerdas vocales más destrozadas
que las baldosas del angosto callejón.

Gritos desesperados pronuncian tu nombre,
en idiomas que jamás he aprendido,
pero ya no tengo más consuelo
que el de machacar con almirez
todos esos sueños que fabriqué para ti.

En la mandíbula puedo sentir la tensión,
como un perro rabioso a punto de morder,
enseño los dientes para proteger al corazón,
pero no ladraré para no llamar la atención.


Perro Viejo, Atardecer, Dackelmix, Pausa De Descanso

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