Reseña - En peligro de extinción

Por Jaime Lorente:



o de por qué este libro es necesario -y diferente- 




Conocí a Dani Modro en un bar. Casualidad o no, es un espacio que le identifica: cerca de la gente, con la poesía oral por bandera y una cerveza en la mano. No es extraño que este libro que nos presenta sea una suerte de camaradería, de parroquiano que se dirige a su público y agita las torres de marfil para que se quiebren los poetas soberbios, los políticos corruptos y se ahogue en su propio lodo la maquinaria del capital.

Dani no es un poeta para todos los públicos. Es más, su poemario no es digerible por todos los estómagos (ni falta que hace). "En peligro de extinción" es la primera parte de la Punkesía: su forma de comprender el mundo y transcribirlo por medio de la palabra porque, tal vez, "sólo nos quede la poesía"... El poemario se divide en 3 partes con una breve introducción en la cual resume la gestación del movimiento punk y su desarrollo en España a través de la música, mencionando algunos grupos concretos como Eskorbuto, La Polla, Desakato, Segismundo Toxicómano, El último ke zierre, etc.

Iniciado el poemario pronto aparecen las primeras semejanzas o sintonías con algunos poetas, músicos o filósofos, destacando las siguientes:


1.- Sor Kampana, por el uso de palabras propias del lenguaje anarquista como “acción directa” (stay free) así como conceptos bélicos, subversivos, revolucionarios y contestatarios.

2.- Guy Debord, filósofo autor de “La sociedad del espectáculo”: "vivimos en una pantalla, en una sociedad de consumo que nos dice cómo vestir, qué hacer con nuestro tiempo, cómo comprar y dónde, y –sobre todo- amansados en el rebaño de la producción capitalista".

3.- Aldous Huxley, “Un mundo feliz”, con esa distopía del siglo XXI dominado por las máquinas que, a diferencia de lo que él pensaba, no hubo que crearlas y darles autonomía, sino que las máquinas somos nosotros.


Bloque 1.- rebelión contra el sistema

En la primera parte del poemario se suceden poemas intensos como "Anarquía en la ciudad", "Bienvenido a mi barrio" o "Emma Goldman" donde se menciona el adoctrinamiento frecuente en los centros educativos. Aquí aparece esa influencia de Huxley y de Asimov en el uso del término “robot”. Importante la desconfianza ante la palabra "progreso", ya anunciada por Friedrich Nietzsche como una idea del hombre moderno y por lo tanto "falsa".

Con “Cuidado”, “Idiota”, “Sentencia” nos encontramos poemas más metafóricos, reflexivos, menos directos... pero “Patronio”, “Ven y critícame”, “Iros casi todos a tomar por culo” y “A por ellos” vuelve a la primera persona… Y con ello cierra la alternancia en el uso de los tiempos verbales y la primera parte del libro.


Bloque 2.- la poesía, los poetas y el negocio de la literatura

El segundo bloque contiene poemas velados que no todos entenderán en los que se entremezclan críticas político-sociales ("A tributar"), denuncias manifiestas ("Ciudad Juárez") y verdades de perogrullo ("La miel podrida del bosque"). En este bloque el lector aprecia mayor variedad de registros en un poeta que no se limita a la contestación, sino que incita a la rebeldía. No es frecuente en el ámbito toledano encontrar un poemario de estas características, tan desaforado, nítido, libertario...es decir, sin tapujos ni pelos en la lengua.

En esta parte se percibe también la figura del poeta, de la poesía y su valor, de las editoriales que valoran el libro como un "producto", un negocio, un fin y no un medio.


Bloque 3.- lucha contra la corrupción del sistema, concretando en el Estado Español, referencias al futuro, a la importancia de los bares como centro de reunión, de amistad e incluso de rebelión. Referencias a la explotación globalizadora, máximas anarquistas presentes.

La tercera y última parte se inicia con un poema sublime: "Yo soy la poesía". España se convierte en el escenario de los poemas. Se vuelve al "yo" en poemas como "Desahucio" y se canaliza el bloque en versos más personales e intimistas. Las referencias a los bares siempre están presentes y permiten compadrear con el lector. El bar es el punto de encuentro, el leit motiv para la creación poética, la amistad y la lucha libertaria, a imagen y semejanza de las tabernas obreras que tan acertadamente describe Zola en "Germinal".

Mencionar también el "Poema para Alba", la pequeña que se ha convertido en el "mejor poema" de Dani Modro y de la luna lunera.


En definitiva, podemos resumir el estilo del libro -y de su autor, porque al igual que en Rimbaud o Nietzsche aquí todo es autobiografía- en los siguientes términos:

1.- Poesía cercana, directa, con un lenguaje crudo, duro, combativo, descarnado. El lenguaje constestario, subversivo, es predominante en el libro.

2.- Poemas cortos donde prevalece el uso del plural nosotros, a modo de comunidad de ideas que sale a la calle para combatir al sistema, al Estado, a la ley, al orden preestablecido, al mundo capitalista.

3.- Verso libre con tendencia, en algunos poemas, a establecer un orden o referencia rítmica.


Un poemario único, diferente. Un bocado de sushi embadurnado de wasabi: pescado crudo, directo al paladar, con mucho picante. No todo el mundo lo puede aguantar, pero quien lo hace se marcha con la sensación de que ha comido algo nuevo, alternativo, y que le deja un sabor de boca duradero y una mala leche que le incita a montar una barricada en la calle.


No pierdan el tiempo y háganse con este poemario. No les dejará indiferentes (para bien o para mal).

Gracias, Lidia, por tu valentía.

Gracias, Dani, por ser auténtico, por mostrar la verdad que corre por tus venas. Lo fácil era un poemario de cara a la galería, pero has sido honesto...



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