Muerte a los poetas



Hace unos días Ana Lamela y yo no propusimos un reto, sacar un poema a partir de esta imagen




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Y aquí va el resultado:




ANA LAMELA





MATAR POETAS A DOMICILIO

En mi barrio hay poetas que escriben cuando llueve sin pensar en las gotas que se pierden o se deshacen en la ropa de quienes no llevan paraguas. 
Son personas egoístas. No merecen vivir.

En mi edificio odiamos la poesía, las palabras que dicen de más, los sonidos que se repiten. 
Son demasiado bellas. Nos hacen dudar. No merecen vivir.
A veces organizamos reuniones de comunidad para subir la cuota mensual y disimulando, poder comprar armas cargadas de futuro para matar poetas, asesinar metáforas, romper sinalefas.

En mi casa hay una pared con una estantería de libros rotos, de dedos rotos, de besos rotos. 
La poesía es una mentira. No merece vivir.

Llevo el pasamontañas puesto y, sentada, espero al lado del grafiti que hicimos Dani y yo ayer:
MATAMOS POETAS A DOMICILIO (25196672)

Es bonito saber que no estoy sola en esto.
Que no volveré a oír los versos más tristes esta noche.
Que no sentiré jamás unos labios como espadas.
Que entre Dani y yo mataremos a Platón y después brindaremos con absenta





DANI MODRO


Matamos poetas a domicilio,
disponibles 24/7 todo el mes,
acudimos a Slam,
micros abiertos,
soliloquios literarios...

No utilizamos cabezas de caballo
ni corbatas colombianas,
pero matamos sin piedad,
troleamos sus redes sociales, 
envenenamos la cerveza, 
cosemos su boca,
y apagamos el micro.

Son peligrosos para la sociedad, 
irreverentes, ingobernables, 
seres de lengua suelta sin censura, 
tenemos la vacuna contra su ego, 
clavamos sus pies en el suelo

y así nunca más sabrás de ellos.

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